sábado

Mi vecino Felipe y las excusas.



(Mi vecino Felipe Benítez Reyes escribe esta entrada que no puedo dejar de publicar integramente en mi bitácora. Todo el mérito es suyo aunque la foto es de mi cosecha particular)

El hecho de excusarse por una fatalidad resulta tan raro, que mucho me temo que la mayoría de las veces deberíamos excusarnos por presentar excusas.

Nos vemos obligados, no sé, a aplazar una cita y nos enredamos en explicaciones complicadas, a menudo incomprensibles para su destinatario, que lo que menos suele necesitar en este mundo son explicaciones, porque todos andamos un poco saturados de epopeyas ajenas: “Es que, justo a esa hora, tengo que llevar a mi tía Remedios al cardiólogo y…” ¿Y qué? Allá tú con tu tía Remedios, camarada, y allá tu tía Remedios con su corazón, que es el más privado de todos los músculos. “No puedo ir”, y ya vale, porque la excusa no sólo es siempre divagatoria, y a menudo falsa, sino que implica además una especie de arrogancia rebelde con respecto al azar: si conciertas una cita con alguien, lo normal es que algo acabe impidiéndola, porque el azar es una máquina incesante de contratiempos.

Lo milagroso es que podamos acudir puntualmente a una cita fijada con una quincena de antelación, pongamos por caso, porque en 15 días pueden ocurrir muchas cosas, demasiadas tal vez: desde un dislocamiento de tobillo hasta una invasión extraterrestre. En la fijación de una cita hay, en fin, una dosis imprudente de optimismo, en buena medida porque cualquier actitud optimista con respecto al futuro conlleva una imprudencia: “Nos vemos el viernes para comer”, dices un lunes, sin tener en cuenta la cantidad de imprevistos que pueden surgir entre un lunes y un viernes, porque el fluir del tiempo viene a ser la chistera de un mago burlón y diabólico.

La excusa es una forma de cortesía, pero hay quien comete la descortesía de exigirnos la exégesis de la excusa. “¿Por qué no puedes ir?” Y ahí empieza la vacilación, pues todo el que se excusa de forma detallada titubea, tal vez porque las excusas están hechas de una materia lógica muy frágil: ¿quién puede comprender que anules una cita porque tienes que llevar el perro a la peluquería de perros, en la que tardan más en darte número que en la sanidad pública y humana?, ¿quién va a tomarse en serio la excusa de que tienes un ataque de ciática justo el día en que se casa un pariente tuyo en un cortijo decorado al estilo vienés que está a más de 200 kilómetros de tu casa?, ¿quién va a creerse que te ha salido un flemón justo una hora antes de la gala de fin de curso de tus sobrinos?

Todo el que se excusa, en definitiva, miente, por más que diga la verdad. No existen las excusas convincentes: todas son sospechosas. Si no puedes acudir a una comida de negocios o a una cena romántica porque te has muerto, mejor que tus familiares lleven el ataúd al restaurante, porque de lo contrario quedarás fatal.

Cuando nos excusamos por algo, por nimio que sea ese algo, nos sentimos despreciables y débiles, unos antihéroes del destino, unos seres incapaces de sujetar con dominio y valentía las riendas de la realidad, que se nos va de las manos a la mínima, como me ha ocurrido, sin ir más lejos, con esta entrada, en la que pensaba hablar de lo raro que está este mes de junio, aunque luego ha tomado esta deriva absurda, por lo que les presento mis excusas más desconsoladas, aun sabiendo de sobra la efectividad que tienen las excusas

20 > > > > Centímetros:

Anele dijo...

Jospe¡¡¡ y con quién se habrá excusado tu amigo.....la culpabilidad es manifiesta.

Oyes, lo de tu vecina y la garrula...

Trabajo en el Inem...¡¡No te digo más nada!!
jajajajajajaja...

Te leo siempre.
Saludos con guiños.

Fiebre dijo...

Cierto.

He faltado dos días al trabajo porque sencillamente me sentía morir...y era "la resaca madrileña".
Por lo visto (me lo comentaron luego, hasta tuve tiempo de sacar del armario a varios actores, juas)

Hasta que los joíos jefecillos me vieron el miércoles, que hice un esuerzo inhumano por llegar al curro... ¡encima me echaron la bronca por intentar ir a contagiar a la plebe con una gripe galopante!

MAC Tienes razón jomío. Al final hagas lo que hagas, quedas como el culo.

Anónimo dijo...

Creo que a tu vecino... lo han pillado infraganti en algo raro, raro, raro... y no tié por donde salir... ahí es ná... porque si no?... tantas excusas, son como un mosqueo del 15, o no?... y yo que sé?( Anónima Bonfi, jajaja )

Caruano dijo...

Loco me llevas, Paul, ¿una entrada el viernes y otra el sábado?. Raro te veo.

No me parece mal que ayudes a la moza de la furgoneta pero ¿qué pensará Rufino de tanto trasiego nocturno?¿estará acostumbrado a tus desvelos?¿no lo estarás privando de la estabilidad que merece todo can?. Ahí te dejo las dudas.

Sobre la entrada de F.B.R., qué te voy a contar a ti que tú no sepas que yo ya sé. Genial.
Abrazo.
(¿Tesa se va a Córdoba? ¿Qué pensará Maimónides?)

Mcartney dijo...

Ehem, a ver, vayamos por partes que dijo el Destripador.

Anele:
Qué sería de mi casa sin tus hermenéuticos comentarios. Te jailoviu so much.


Fever:
Y mira que un servidor tiene el culo bonito. Pero ni por ésas.


Anónima:
Mi vecino Felipe es de los que escriben sin que parezca que les cuesta esfuerzo.
Cómo le envidio.


Caru:
Raro si que estoy pa que te voy a engañar, pero más agustito....
Debo haber pillado la primavera por el final.
La vida de Rufino, por otro lado, es tan rufinaria (nótese la ironía) que un desajuste horario de vez en cuando no le viene mal.
Como a todos, no?
Tesa tiene más peligro que un trapecio de chicle. Va a petar (permítaseme el argot juvenil) la Mezquita, seguro.

lopillas dijo...

Posí. Si te excusas eso y si no te excusas lo otro. Si haces porque haces y si no, pues vete tú a saber.
La última frase de Fiebre es lo que es.
Me gusta como escribe tu vecino.
Muchos besos sin excusas, pues.

Mcartney dijo...

Lopi:
Es que Felipe es mucho vecino.

Anele dijo...

Mac nunca me habian dicho. No tengo trabajo de una manera tan romántica....jajajajajajajaja...

No importa, yo te seguire leyendo.

Guiño y beso ¡¡Qué leches!!

Mcartney dijo...

Anelle:
Que leches. Beso.

Miguel Baquero dijo...

Lo cierto es que, entre unas cosas y otras, últimamente se ha perdido la educación. Yo soy de los que me gusta excusarme cuando no puedo ir a un sitio o llego tarde, pero muchas veces me ha ocurrido que el mismo tipo que, de forma impertinente, me pregunta por las razones de no ir o de haber tardado, luego no se disculpa cuando él llega tarde o no va. Eso ocurre mucho. También me molesta el que la gente ya llegue tarde por sistema. Aprovechando que siempre se dan cinco o diez minutos de cortesía, hay gente que llegar tarde tres cuartos de hora.

Mcartney dijo...

Mike:
Y algunos con tan acertada coincidencia que cuando has decidido, con dura meditación incluida, abandonar el lugar de la cita, aparecen y te vuelven a cambiar el ritmo de la ruptura.
De las excusas por llegar tarde de, o para, tu pareja creo que mejor no voy ni a hablar por no levantar más ampollas.

TORO SALVAJE dijo...

Pues lo del ataque de ciática y no poder asistir a una boda a 250 kilómetos ocurrió de verdad.
Y es cierto que aún no se lo creen.
Pero de quien es el problema?

Saludos.

Tesa dijo...

Tesita is return.
Ufff... he escuchado (y zapateado como sólo los madrileños sabemos hacer, osea, a lo soso) a Enrique Morente, he flipado con la guitarra de Raimundo Amador, aunque ahora le ha dado por acompañar en gira a un americano soso-soso a lo Leonard Cohen y hasta he dado palmitas coreando al Pitingo -aunque eso tiene excusa (y aquí la única relación de mi comentario con tu post) porque ya eran las tres de la mañana.

Besote de lunes que ya se acaba.

Tesa dijo...

Returned *

¿no?

jajaja

Mcartney dijo...

Vecina:
Me alegra saber que has dado alegría a tu cuerpo macareno.
Esperoque Córdoba siga aún en su sitio.
Que me vas a contar de Pitingo que, muy a pesar mío, va en mi corazón pegado a una persona como pocas.
Raimundo, mi Raimundo, tiene bemoles para bolearse con lo mas inverosímil del elenco musical contemporáneo. Envida me das.
Por lo demás a los de Alcalá se les permite ingleshear como les pete convenientemente.
No problemo.
A ver si rematamos ese paseo por Rosales que tenemos que hablar de muchas cosas.

Mcartney dijo...

Bull:
Como decía aquélla canción:
No hay problema.... ♫
Ponte a reir..... ♫

Anónimo dijo...

este mundo nos pide excusas a diario, somos patéticos..

Mcartney dijo...

Jordim:
LA verdad es que si tienes que dar excusas es que no te importa mucho no hacer algo con una persona, asi que total que más te da que piense lo que le salga de ahí.
Si se tercia, pues dices no y santas pascuas.
Si no se tercia y das una excusa, pues que piensen lo que quieran.

Anónimo dijo...

han dicho pitingo???? ...jajaja, ahí va eso !!!!
Strumming my pain with his fingers,
Singing my life with his words,
Killing me softly with his song,
Killing me softly with his song,
Telling my whole life with his words,
Killing me softly with his song.

Mcartney dijo...

Pitinga:
Eres la reina del karaoke.
Sin duda.