jueves

Estamos de paso




(Transcripción literal de una entrada del blog "El prisma de la vida")

Me gustaría compartir con vosotros una historia que leí hace poco, no conozco su autor pero si alguien lo sabe, por favor, que me lo comente aquí en el blog o por email.

Un turista fue a visitar a un famoso sabio que vivía solo en las montañas. Al llegar, quedó asombrado al ver que la casa del sabio sólo tenía una sencilla habitación llena de libros, una mesa y un banco.- El turista preguntó, “Señor, dónde están sus muebles?”- El sabio respondió con otra pregunta, “¿Dónde están los suyos?”- “¿Los míos?”, preguntó perplejo el turista. “Pero yo sólo estoy aquí de visita, estoy de paso”- “Y yo también”, respondió el sabio.


Esta pequeña historia nos ayuda a recordar que estamos en este mundo de forma temporal, no para siempre. Mucha gente tiende a pensar que estarán aquí para siempre, y entonces invierten sus vidas en acumular cosas materiales como si fueran a tener un tiempo infinito para disfrutarlas o como si se las fueran a llevar consigo tras la despedida final. En mi opinión, está muy bien tener ciertas cosas que nos gustan, para así disfrutar de ellas, pero también hay que tener en cuenta otros aspectos menos materialistas de la vida y que son igualmente importantes o incluso más. Por culpa del afán materialista, mucha gente se olvida de vivir sus vidas de forma plena, y desgraciadamente el tiempo no se recupera. Además, aunque compremos cosas, en realidad no son nuestras sino que es una especie de usufructo, pues cuando dejemos este mundo nuestras cosas pasarán a ser de otros; así que no merece mucho la pena invertir todo nuestro tiempo y esfuerzo en adquirirlas. En cambio, las experiencias vividas sí son verdaderamente nuestras.

Llegamos a este mundo completamente desnudos, y de la misma manera nos marchamos, sin llevarnos con nosotros ninguna de nuestras posesiones. Por supuesto necesitamos ciertas cosas para vivir de forma cómoda, no es necesario vivir tan austeramente como el sabio de la historia. Pero una vez cubiertas esas necesidades, me parece que es mucho más significativo emplear la mayor parte de nuestro tiempo en disfrutar de los pequeños detalles que iluminan nuestros días y que muchas veces pasan desapercibidos, en evolucionar en nuestro camino como seres humanos, y por supuesto tambien en ayudar a los demás en el suyo. Así la vida tiene mucho más sentido y la podemos vivir más plenamente, ¿no os parece?



Probablemente muchos piensan que la vida sería mejor si tuviesen un coche más lujoso, o un chalet en la costa, etc, etc. No niego que todo eso puede dar satisfacciones, y sé que para algunas personas es importante poseer esas cosas. Si ello les hace sentir mejor, pues bienvenidas sean. Pero una vez disfrutadas durante un tiempo, seguramente terminas acostumbrándote a todas esas cosas y ya no las valoras igual que al principio. Sin embargo, los atardeceres son siempre igual de bellos, el abrazo de un amigo siempre es igual de cálido, la sonrisa de un niño siempre es tan dulce... Todo eso merece la pena, y da sentido a la vida. Cuando digamos el adiós final, no nos acordaremos del chalet en la costa o del coche aparcado a la puerta, pero seguro que se irá con nosotros el abrazo del amigo, el cariño de la familia, las experiencias vividas... Cuanto antes lo comprendamos, más tiempo tendremos para disfrutar de la vida, esa vida en la que todos estamos de paso.

3 > > > > Centímetros:

Tesa dijo...

¿A mí me lo cuentas?
...Yo estoy de paso desde hace tiempo.

:)

Silvia M. dijo...

Gracias por poner mi pequeño artículo en tu blog, me alegro que te haya gustado :-)

Mcartney dijo...

Claro Tesa, en cierto modo de la primera persona que me acordé cuando leí el post fue de tí.
Me ha encantado como desarrolla Silvia el contenido de la frase.
..........
Silvia, gracias y bienvenida a mi casa, regresa cuando quieras.