domingo

Contra los charlatanes


"...... Decía Simónides que se había arrepentido muchas veces de hablar, pero nunca de callar. Y es que, como de nuevo observa Plutarco: «Ninguna palabra pronunciada ha aprovechado tanto como muchas calladas.» Ciertamente, una de las diferencias esenciales entre un individuo prudente y un tonto es que el primero dice sólo lo imprescindible, en tanto que el segundo no calla ni siquiera lo necesario. Pero convencer de esto al charlatán es tarea imposible. La charlatanería, en efecto, parece vicio incurable; y yo creo que acaso eso sea así, entre otras razones, porque el continuo parloteo es seguramente uno de los procedimientos (tal vez el único, realmente) que el individuo proclive a esta debilidad cree tener a su alcance para despertar el interés de los otros y convertirse en centro de atención. Sospecho que ése y no otro es el objetivo último que verdaderamente persigue el charlatán. Su infatigable hablar es actitud infantil con la que aspira a disfrutar de un protagonismo que le ha sido negado (o él así lo entiende) por otros medios. Se comprenderá, pues, que, por ello, no sólo sus palabras, sino con frecuencia también sus gestos y maneras son exagerados, porque, en realidad, su decir es siempre un actuar. En todo charlatán habita un histriónico. Y aunque a menudo, como es sabido, el único interés que despierta y la única atención que suscita sean los propios del payaso, él, empero, toma su logorrea por grave y sesudo discurso, y su ridiculez por afinado sentido del humor, de modo que se tiene a sí mismo por inteligente y ameno contertulio, no sólo bien recibido, sino incluso anhelado en cualquier cenáculo o salón. Nada ha de extrañar, en consecuencia, que quien le recrimine su conducta sea visto por él como envidioso de su fama y su donaire...... "

Alfonso Fernández Tresguerres. Revista El Catoblepas.

3 > > > > Centímetros:

Tesa dijo...

La gracia está, como en todo, en encontrar un término medio.

Saludos

Mcartney dijo...

Y la desgracia en que algunos son incapaces de encontrarlo.
¿Alguna vez has tenido esa desagradable sensación de estar hablando y que que de repente alguien te corte la conversación con el asunto más trivial?
Gracias por la visita.

Tesa dijo...

Hay mucha gente a quien sólo le interesa escucharse a sí misma.
A todos nos gusta que nos escuchen, sobre todo la gente que nos importa, pero siempre debe de ser un intercambio.

Gracias a ti.